Con toda la vibra y energía que caracteriza a las juventudes de Valle de Santiago, más de 900 estudiantes y docentes de la Secundaria Quetzalcóatl vivieron un curso–taller diferente: cero teoría aburrida, todo práctica, reflexión y dinámicas reales para entender cómo prevenir accidentes viales.

El Secretario de Salud, Gabriel Cortés Alcalá, explicó que el taller se enfocó en dos temas clave que pueden salvar vidas:
usar correctamente el casco y evitar el alcohol al conducir.

Desde el inicio, las actividades estuvieron diseñadas para que las y los estudiantes aprendieran de manera divertida y súper cercana. Entre juegos, retos y simulaciones, la idea fue clara: cuidarte también es cuidar a quienes te rodean.

Uno de los momentos más llamativos fue la demostración sobre lo que hace que un casco sea realmente seguro. Las y los jóvenes pudieron revisarlos, tocarlos, compararlos y aprender cómo ajustarlos correctamente. Muchos incluso se sorprendieron al ver la diferencia entre un casco certificado y uno que puede poner en riesgo la vida.

Después vino una plática directa y honesta sobre los efectos del alcohol en el cuerpo y cómo altera la conducción. Para aterrizar el mensaje, grupos de estudiantes participaron en dinámicas con carritos dinámicos y los famosos goggles de simulación, que recrean la distorsión visual y la mala coordinación causada por el consumo de alcohol.

Entre risas, tropiezos, intentos fallidos por patear un balón y muchas caras de sorpresa, quedó un mensaje imposible de ignorar:
conducir bajo los efectos del alcohol no es un juego.

Esta jornada dejó una huella importante en las y los asistentes, fortaleciendo la cultura de autocuidado y recordando que cada decisión importa. Espacios así convierten la prevención en algo real, cercano y útil, formando generaciones más conscientes, informadas y responsables.